sábado, 29 de diciembre de 2007

¿DONDE TIENE EL CEREBRO?


Un animador a la delincuencia que se dice obispo de Tenerife, ha tenido la descerebrada idea de justificar la pederastia, alegando que los niños van provocando por la calle, y justifica la violencia sexual contra ellos insinuando que todo eso les pasa merecidamente por provocadores y homosexuales.

Desde hace muchos años no se han conocido declaraciones tan escandalosas de boca de un jerarca de la Iglesia.

¿Conocerá semejante jumento lo que dice el Evangelio que tanto invoca, sobre el escándalo?

Bernardo Alvarez (Hay que decir su nombre) de profesión talibán de sacristía, es una de esas cucarachas negras que hay que hacer desaparecer de la vía pública. Quien debe hacerlo desaparecer, su jefe en Roma, se cuidará muy mucho de mover un solo dedo en contra de éste monstruo, acostumbrado a tapar las verguenzas de transgresores de la ley entre sus correligionarios.

.- ¡No pasa nada! Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta.

A este descerebrado se le ha caído el cerebro por la taza del vater.

¡Así os corre el pelo!

jueves, 27 de diciembre de 2007

SER RAZONABLES. PEDIR LO IMPOSIBLE


Han sonado las trompetas y la tropa se ha puesto en marcha. ¡Y vaya tropa! Han sido pronunciadas las palabras mágicas:


¡Se abre el año electoral!


Cual entrada a un centro comercial el primer día de rebajas, miles de aspirantes a las poltronas subvencionadas con dinero público, es decir el nuestro, se apresuran, navaja en boca y dedo en ojo ajeno, a colocarse en las listas. Por un lugar ganador serán capaces de todo, políticamente hablando, claro. Traicionarán, venderán, jurarán fidelidad eterna y prometerán el sol la luna y las estrellas por ¿dinero? No, por poder.


Aunque parezca mentira, la inmensa mayoría de los políticos se presentan a las elecciones con el ansia de obtener ese parcela de poder, grande o pequeña, que se tiene al ganar el escaño. Descontando a la minoría de impresentables que lo hacen por dinero y a la otra que lo hace por romanticismo solidario y de servicio al pueblo, nos queda la amplia franja de los que quieren el poder.


No es malo aspirar al poder. Es legítimo y saludable. El problema se presenta cuando el poder, que es un préstamo del pueblo -no olvidemos que el poder reside en el Pueblo- se utiliza para beneficio propio o del partido que representas. Y no digamos si son minorías poderosas que manejan los hilos de la marioneta política en que se pueden convertir algunos políticos deshonestos.


Vamos a confiar en la honestidad de la mayoría de los políticos. Yo creo que la mayoría de los políticos son honestos. Otra cosa muy diferente es pensar que las cosas las hacen bien. Hay muchas cosas, demasiadas que no las hacen bien. Toman decisiones a espaldas del pueblo porque desde el pedestal del cargo, pierden la perspectiva de la tierra de donde salieron. Los políticos no son delincuentes, sólo se equivocan más de lo que toca. Un poquito más de cuidado en las decisiones a tomar y un poco más de información sobre lo que opinamos y la cosa pública irá mejor. Y no todos son iguales.


Chavales, empujar fuerte, que a los diplodocus no se les desplega de las poltronas ni con agua caliente. Las generaciones se deben renovar y dar paso a sangre nueva con ganas de llegar y con ideas renovadoras. Los años te hacen perder el respeto a lo que manejas a diario.


Un consejo más. Prometer poquito, que luego os salen los colores cuando se os echa en cara lo dicho en periodo electoral. Lo prometido es deuda. Y para nosotros, seamos razonables y pidamos lo imposible, que ahora lo dan todo.

viernes, 14 de diciembre de 2007

PARA JATI

Mi querida flaqui:

Siempre que hablo contigo me da la sensación que la necesidad de comunicar tus sentimientos, tus inquietudes, tus problemas, tus alegrías, tus tristezas, se quedan huérfanas de atención.
¿Te atendemos lo suficiente? Siempre pienso que estás más sola de lo que toca.
¿Sabemos acercarnos a tí? ¿Quieres que nos acerquemos? Yo sé que tu eres muy egoista con tus sentimientos, pero en algún momento se tiene la necesidad de desahogarse, y no se si los que te queremos sabemos estar a la altura necesaria.
Si alguna vez no he estado cuando me has necesitado, lo siento en el alma. Perdona.
Ya sabes que te quiero mucho

lunes, 26 de noviembre de 2007

VELO ISLAMICO-VELO OPRESOR

Hace algunos años, en este país, a las personas de sexo femenino se les hacían entrar a las iglesias con un velo colocado sobre su cabeza.
En Arabia Saudí se ha condenado a una chica de 18 años a seis meses de carcel y 200 latigazos. Eso si, han sido considerados y se los van a dar en tandas para no matarla.
¿Y cual fue su delito? Estaba con un chico dentro de un coche, y el chico no era ni su padre, ni su hermano, ni su marido. La chica se había prometido en matrimonio con otro hombre y habiendo tenido una relación anterior con ese chico, tenía unas fotos suyas. Le pidió que se vieran para que se las devolviese.
No es que alguien les vieran, y como tal está prohibido, la condenaran a esa pena. El asunto se levantó porque cuatro cernícalos les asaltan en el coche y la violan uno tras otro. Cuando presentó la denuncia despues de varios meses de pensárselo, el resultado fue el publicado. No importaba la violación. Eso se lo había buscado por estar con un hombre ella sola.
No es dificil leer en cualquier libro islamista dedicado a las relaciones en un matrimonio, la forma de pegar a la mujer para no dejar señales.
Cuando las mujeres en España tenían que entrar en la iglesia con la cabeza cubierta, no podían firmar contratos de trabajo, ni recibir la herencia de sus padres, ni sacarse el pasaporte, ni tenían la patria potestad de los hijos. No podían ser jueces, ni militares y el sueldo que ganaban lo administraba el marido. Todo eso y muchísimo más, caía sobre los hombros de ser mujer y estar casada.
Afortunadamente esos impedimentos legales han desaparecido. No así esa herencia machista que todavía nos agobia.
¿El velo islámico es un símbolo religioso?
¿Es una costumbre social?
¿Es un símbolo opresor?
¿Por qué no lo llevan los hombres?
¿Se debe prohibir hasta la mayoría de edad en las escuelas?
¿Se deben respetar TODAS las costumbres sociales?
¿Se debe respetar la costubre de la ablación del clítotis?
Se ruegan opiniones.

sábado, 24 de noviembre de 2007

CHICAS


Ocurrió al finalizar el verano. Esa tarde nos habíamos quedado solas en el chalet y mis padres no volverían hasta el día siguiente. No parábamos de reirnos. Todo nos hacía gracia y a nada teníamos respeto. Nos revolcamos por el suelo del salón en una pelea incruenta, donde se confundían brazos y piernas, bocas y manos en un tótum revolutum. El frío del suelo me hacia sentirme bien en medio del sudor de la pelea. En un momento determinado, Raquel se sentó encima de mí. Sentada sobre mi pecho, me sujetó las muñecas contra el suelo. Su minifalda se había subido del todo y dejaba ver unas piernas bien torneadas y al final de ellas, el blanco de sus braguitas era una diana para mis ojos. De repente me di cuenta.


.- Te has depilado toda, le grité.


Normalmente nos depilábamos lo necesario para que nada saliese fuera del biquini, incluso nos ayudábamos la una a la otra, pero esta vez tomó la decisión sin comentarme nada, quizás le pareciese demasiado atrevido. No sé.


Se echó a reir con todas sus ganas. Ya sé, quería provocarme y vaya si lo había conseguido. De repente, cesó de reir y sin alejar la sonrisa de su cara fue acercando su boca a la mía. No supe que hacer. Cuando sus labios llegaron a los míos, pasé de la sorpresa a la curiosidad. Hice un leve movimiento de rechazo sin ninguna convicción.


.- Estate quieta y relájate.


Volvió a besarme y esta vez sus labios se entreabrieron para acariciar los míos con la punta de la lengua. Cerré los ojos y decidí no pensar en nada. Seguía sentada sobre mi pecho pero me había soltado las manos.


.- Mirame, me ordenó.


Por primera vez me di cuenta que no me hablaba. Me ordenaba. Abrí los ojos y comenzó a desabrocharse la blusa.


.- Quién le abrá enseñado a desnudarse así, pensé.


Deslizó la blusa por sus hombros y aparecieron esas tetas acariciadas por la blonda del sujetador. No me pude resistir y sin saber como, mis manos empezaron a acariciarlas. Estaban duras y comenzaba a notar cómo se hinchaban los pezones. En un momento determinado Raquel me apartó las manos, y con unos movimientos precisos, se sacó las tetas por encima del sujetador. Allí estaban en todo su esplendor. Esa imagen la he tenido presente durante toda mi vida. Me gusta enseñar las tetas por encima del sujetador. Y me gusta vérmelas.


.- Despacio, no tengas prisa, me dijo volviéndome a poner mis manos en su pecho. Acaríciame los pezones. Así, despacio. Dame pellizcos. Más fuerte, un poquito más fuerte. Así me gusta más. Tienes las manos frías y me gusta. Pon saliva en los dedos y pásamelos despacio.


No podía creer lo que me estaba ocurriendo pero me dejé llevar.


Sus manos se deslizaron por debajo de mi camiseta y con suma facilidad, abarcaron el poco pecho que empezaba a reaccionar a las caricias. Lo estaba masajeando con fuerza, incluso me hacía un poco de daño, pero me gustaba. Rápidamente me quitó la camiseta. Cuando se inclinó para besarme de nuevo, sentí su pecho contra el mío. Me estremecí y Raquel lo notó. Se arrebujó contra mí y me paseó las tetas desde la cintura a la cara. Al llegar a mi boca, me sentí como un bebé ávido de leche y empecé a subcionar como si en ello me fuese la vida. Noté como se agrandaba y endurcía el pezón dentro de mi boca.


.- Sigue. Sigue así. Me estas poniendo a cien.


Se puso de pié y rápidamente se quitó la falda y las braguitas. De nuevo se sentó encima de mí y su desnudez me fascinó. Yo la había visto desnuda cientos de veces, pero ésta vez estaba más desnuda que nunca. Me di cuenta de inmediato. Su desnudez se reducía a su sexo.


.- ¿Te gusta? Es bonito verdad.


Se abrió más de piernas y me lo presentó en primer plano. Con sus dedos lo abrió. Era tan rosado como sus pezones y aparecía húmedo y grande. Se acarició el clítoris y apareció como por encanto. Lo pellizcó unas cuentas veces y todo su sexo pareció agrandarse. Deslizó su dedo anular a lo largo de los labios y por arte de magia desapareció ante mis ojos en la profundidad de su vagina. Lo hizo despacio, como con pereza, como para enseñarme cómo lo tenía que hacer. Una vez. Otra vez y otra y otra.


.- Quítate los pantalones que tengo ganas de vértelo.


Ya me lo había visto muchas veces y sin embargo ésta era la primera . Lo sabía, ésta era la primera vez.


Atropelladamente me quité los pantalones y el tanga. Una vez desnuda, se arrodilló a mis pies y me los empezó a acariciar. No tenía prisa y en cada dedo se llevó su tiempo. Uno a uno los acariciaba, estiraba, besaba y chupaba. Cuando se los metía en la boca, notaba su lengua caliente como pasaba una y otra vez, como si chupase un caramelo. En un momento empujó los pies hacia arriba y doblándome las piernas se abrazó a mis rodillas. Me las empezó a besar y con un movimiento lento me hizo separarlas. Cerré los ojos y me propuse sólo sentir. Sentir como su lengua se deslizaba a lo largo de mis muslos hasta llegar a mi sexo. Me agarré a su pelo como quien se agarra a una tabla de salvación. Su boca buscaba llenarse del puding en que se estaba convirtiendo. Cuando su lengua quería meterse dentro, los músculos de mi vagina empezaron a contraerse y expandirse sin control alguno.


.- Raquel, voy a correrme. Sigue. Sigue así. No pares. Méteme la lengua. Deprisa, más deprisa. Ahora.


Grité. Grité fuerte y me corrí. Un orgasmo largo e intenso me recorrió toda la columna vertebral.


Dejé caer pesadamente las piernas. De nuevo sentí el fresco de las losas del suelo que me devolvió a la realidad. Tenía a Raquel a mi lado apremiándome a terminar mi parte del juego. Me volví hacia ella y le besé en la boca. Lo hice con ganas, a conciencia. Lo notó y respondió jadeando como un perro. Mi mano se deslizó hacia su sexo.


.- Acaríciamelo. Fuerte, más fuerte. Deprisa, méteme los dedos.


Definitivamente ya no sabía nada de lo que estaba ocurriendo, pero lo cierto es que mis dedos se deslizaron dentro de ella con toda facilidad.


.- Aprieta fuerte. Métemelos otra vez. Deprisa, deprisa, deprisa, más fuerte. En el clítoris, acariciame el clítoris. Así, más, más, más. ¡Ahora!


Terminó hecha un ovillo, con mi nmano en su sexo y las suyas sujetándola para que no se moviese.


.- ¿Te ha gustado, Amparo?


.- Sí, pero no lo volveremos a hacer.


Nunca lo hemos vuelto a hacer y seguimos siendo las mejores amigas del mundo.

DE NUEVO AL TAJO

Despues de unos meses de intenso trabajo y una vaguería escritora aún mayor, me reencuentro conmigo misma y prometo escribir de nuevo.
Me gusta hacerlo. Me siento bien cuando transmito ideas, pensamientos, sentimientos.
Enseguida vuelvo.

sábado, 19 de mayo de 2007

NO SE PUEDE SER POBRE

¿Sabeis que no se puede renunciar a los dividendos de las acciones?


Al principio de año, la Mutua Mapfre se transforma en S.A. y conforme a ley, todos los clientes que en realidad éramos mutualistas, recibimos las acciones que nos correspondían, 23 títulos.


Me sentí feliz. ¡Por fin soy capitalista! Yo que en mi vida he tenido un duro era propietaria de una parte de una gran empresa. En mi banco, amablemente se ofrecieron a hacerse cargo del depósito. Me olvidé del asunto.


Al poco me llega un cargo de 7,51 € por gastos de tramitación. ¡Pero si yo no quiero que me tramiten nada! Quieras o no eres tramitada y te cobro 7,51 €. Bueno, todo sea por ser capitalista.


El otro día me llega una notificación del banco. ABONO DE RENTAS, DIVIDENDO A CUENTA.


¡Ya llegó mi gran momento! Voy a recibir mi dinero.


¡¡¡Me pagan la increible cantidad de CINCO céntimos por título!!! Total 1,15 €. Y yo que pensaba irme a cenar com mi chico esa noche.


Pero he aquí que la cosa no termina en eso. Sigo leyendo y la notificación me dice que Hacienda me retiene 0,21 € en concepto de impuestos sobre la renta. ¿Qué renta, me pregunto? Bueno, me quedan 0,94 céntimos, para un café.


¡¡¡INOCENTE!!! El banco, mi amable banco, también quiere pillar cacho. Me cobra 0,50 céntimos por comisión, 0,30 céntimos por correo y me retiene el 16 % de IVA de la comisión y del correo, 0,13 céntimos. Total 0,93 céntimos. Restado de los 0,94 me ingresa la bonita cantidad de: ¡¡¡ UN CÉNTIMO!!!


RESUMEN: Hacienda cobra 34 veces más que yo y mi amable banco 80 veces más que yo.


Me lo pienso y digo:


.- Para un céntimo de mierda que se lo metan en el culo.


Con toda mi dignidad en lo más alto me dirijo al banco y les espeto:


.- Devolver éste ingreso. No quiero nada y renuncio a mis dividendos.


Mi orgullo estaba salvado.


.- Maruja, lo siento pero eso no es posible. He consultado con Madrid y me han dicho que legalmente no es posible.


.- Pues regalo mis dividendos a una ONG.


.- No creo que te lo admita. Esto es un regalo envenenado y no creo que nadie lo quiera.


.- ¿Y qué puedo hacer?


.- Sólo tienes dos opciones: O sigues tal cual, o vendes las acciones.


Despues de pensarlo un momento y con el ánimo derrotado, les comunico mi terrible decisión


.- Vendo.


Salí del banco con la sensación que eso de ser capitalista, sólo está hecho para los ricos.